El sector bancario ha vivido en los últimos años una gran transformación en el ámbito internacional y, especialmente, en España.
Adquisiciones y fusiones de entidades bancarias están a la orden del día, con el objetivo de fortalecer el sistema bancario y recuperar la rentabilidad perdida por las diversas crisis que han azotado a nuestro país. Además, la crisis bancaria de 2008 trajo un nuevo actor en el sector que se ha convertido en un serio contrincante para la banca tradicional: los neobancos.
Cien por cien digitales y con una estrategia orientada a captar clientes millennials y nativos digitales, los neobancos como Revolut o N26 se han abierto camino en España gracias a la alta tasa de penetración de móviles y a unas condiciones creativas y ventajosas para sus clientes, como por ejemplo ofrecer tarjetas metálicas con acceso a salas VIP de aeropuertos y un seguro de daños para móviles.
¿Cómo pueden los bancos tradicionales plantar cara a los neobancos? La respuesta es el concepto de “Breaking Banks”, que recuerda al título de una famosa serie, desarrollado por Minsait, una compañía del grupo Indra especializada en transformación digital. ¿En qué consiste?
- Digitalización integral: de todo los servicios y gestiones de las entidades bancarias, lo que permite conocer mejor al cliente y fidelizarlos mediante acciones personalizadas de marketing y comunicación
- Oficina premium: como espacio de encuentro con el cliente, para ofrecerle un trato diferencial y permitirle realizar las gestiones de mayor valor, como por ejemplo la contratación de una hipoteca
- “Romper” el banco en dos bloques: para ganar la flexibilidad y agilidad que se precisa en la era digital: el “banco cliente”, que se centre en escuchar y enamorar al cliente con una experiencia única; y el “banco de balance”, vinculado a la fabricación de productos y gestión de procesos y sistemas que lidere una transformación digital compleja y profunda.
- Estrategias cloud y microservicios: rapidez para comercializar sus productos en otras plataformas, responder a picos de demanda y capacidad para cerrar acuerdos comerciales de forma sencilla con empresas de cualquier sector, desde una gran operadora de telefonía móvil a una plataforma de reparto de comida a domicilio o plataformas de televisión digital.
Esta estrategia permitiría a la banca tradicional competir con los neobancos, que ofrecen a sus clientes abrir una cuenta de forma online en pocos clics, mientras que muchos bancos tradicionales todavía requieren presencia física para firmar contratos y comprobar la identidad de los clientes.
Pero cambiar los procesos internos de los bancos tradicionales es tan complejo como operar a corazón abierto. Templanza, pulso firme y una estrategia digital son claves para su futuro.
21 de noviembre de 2023