La comunicación corporativa ha cobrado una especial importancia desde la llegada del COVID-19. Así, cualquier empresa debe contar con un buen plan de comunicación que desarrolle las acciones llevadas a cabo en este ámbito para fortalecer su relación y compromiso con sus stakeholders, tanto internos como externos, así como su imagen de marca y su reputación.

En el post de hoy compartimos los diez requisitos que debe cumplir una estrategia de comunicación corporativa para ser efectiva:

  1. Cercana, demostrando que se hace una escucha activa de las necesidades e inquietudes de todos los grupos de interés y que se intenta dar soluciones a las mismas.
  2. Clara y sencilla: el lenguaje, cuanto más simple y directo, mejor.
  3. Segmentada. Se deben identificar los diferentes grupos de interés y elaborar una línea de actuación personalizada para cada target.
  4. Multicanal. Para ser vistas y escuchadas, las instituciones deben estar presentes en todas las plataformas en las que se muevan e interactúen sus públicos objetivos, adaptando sus mensajes, tono y estilo a cada una.
  5. Bidireccional, estableciendo una comunicación recíproca y activa con sus stakeholders, teniendo la capacidad de proporcionar una respuesta concisa y de establecer líneas de actuación que resuelvan sus dudas y los hagan sentirse atendidos y escuchados.
  6. Con un tono positivo y atractivo, que consiga empatizar con los receptores.
  7. Constante. Los diferentes públicos deben ver y sentir que estamos ahí en todo momento, que nunca les dejamos solos.
  8. Flexible: capaz de adaptarse a los imprevistos.
  9. Previsible: en la medida de lo posible, las instituciones deben ir un paso por delante de sus grupos de interés, anticipándose a sus preocupaciones para ser capaces de actuar con agilidad una vez que estas se presenten.
  10. Planificada. Nunca hay que actuar a ciegas. Cualquier institución debe poseer un plan de comunicación que establezca los pasos a seguir a la hora de relacionarse con los diferentes públicos y dedicar un apartado a la gestión de las crisis que puedan surgir.