Comienza el curso y es pertinente preguntarse cuáles son los grandes temas que van a marcar la agenda política de la Unión Europea en los próximos meses. Con la ayuda del Public Affairs Council hemos identificado cinco cuestiones que van a condicionar el marco europeo:

1. Los procesos electorales que se van a celebrar en Alemania y en Francia van a marcar la agenda europea en los próximos meses. Alemania (septiembre de 2021) afronta el que sin duda alguna va a ser un punto de inflexión que, con casi total seguridad, terminará con los gobiernos de coalición CDU-SPD. Todo apunta a que uno de estos partidos deberá alcanzar un pacto de Gobierno a tres bandas con, por ejemplo, verdes y/o liberales. Poco probable parece que Alternativa para Alemania entre en juego en esas potenciales coaliciones, pues es mayoritariamente considerado un partido de ultraderecha. En el caso de Francia la espera hasta la celebración de las elecciones en abril de 2022 va a condicionar sin duda la transposición de normativa comunitaria, pues Emmanuel Macron no va a arriesgarse a introducir medidas impopulares que puedan afectarle negativamente en la carrera electoral, donde parte con poca ventaja y las previsiones no son nada claras. Por el contrario, no es improbable que la Alemania postelectoral sea más favorable a la regulación que hasta ahora.

2. En cualquier caso, ambos procesos electorales van a generar una suerte de vacío de poder en el seno de la UE. Es más que probable que Alemania y Francia centren sus esfuerzos en sus cuitas internas, lo que las alejará de la primera línea de la política comunitaria. Esto, a su vez, abre una ventana de oportunidad para otros Estados miembros como España, Italia o Portugal que, si saben jugar sus cartas, pueden ocupar ese espacio vacío con alianzas en busca de objetivos comunes en un momento marcado por la necesaria reactivación y recuperación económica.

3. La regulación digital es la gran cuestión en la agenda europea, como quedó demostrado en el discurso del estado de la Unión que dio la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el pasado 15 de septiembre. Las continuas referencias a la desinformación, la responsabilidad de las redes sociales, las propuestas regulatorias sobre la publicidad digital personalizada, las cuestiones referidas a la inteligencia artificial, los problemas de abastecimiento de microchips que están paralizando mercados, así como la EU Cybersecurity Act revelaron que esta cuestión, la del ámbito digital y sus retos regulatorios, va a marcar este curso, que se anuncia muy complejo por las enormes dificulades que supone su regulación.

4. A las puertas de la llegada del frío, el alza de los precios del gas se antoja un problema mayor que otros años, pues en países como España está condicionando una subida histórica de los precios mayoristas de la electricidad. Todo esto puede tener un efecto muy negativo en la implementación de la agenda europea del clima. Un escenario de subida de precios no es el más indicado para la consolidación y el desarrollo de dicha agenda, pero tampoco parece viable su prórroga, así que se están poniendo encima de la mesa medidas como la creación de un fondo de clima social que intente paliar el impacto que pueden tener las políticas de reducción de emisiones en el coste de la energía y, por ende, en una posible ralentización de las mismas y el surgimiento de una opinión pública contraria a la lucha contra el cambio climático diseñada por la UE.

5. Otras de las cuestiones que están encima de la mesa ante el incio del nuevo curso político apunta directamente a la política sanitaria de la Unión Europea. Algo lógico teniendo en cuenta que nos encontramos aún en una situación marcada por la pandemia del Covid-19 y que los expertos advierten que es un escenario que podría repetirse a nivel mundial en cualquier momento. En este contexto se está dando un gran impulso hacia una UE sanitaria en la que haya una mayor coordinación por parte de las agencias comunitarias de los esfuerzos de los distintos Estados miembros, como demuestra la reciente creación de la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA). De hecho, es una tendencia mundial, en el seno de la ONU se ha abierto un debate sobre los derechos de propiedad intelectual del sector farmacéutico ante el que la Unión Euopera se ha manifestado en su defensa, lo que la posiciona contra gran parte de la comunidad internacional.