2023 es un año clave para los profesionales de Asuntos Públicos, ¿Cómo le afecta al sector farmacéutico el escenario político y la coyuntura electoral?
Estamos viviendo unos meses intensos. Entre mayo de 2023 y mayo de 2024 se están renovando todas las instituciones con competencias en materia farmacéutica, desde la Unión Europea hasta el Gobierno, pasando por las Comunidades Autónomas. El fin adelantado de la Legislatura ha supuesto que decaigan importantes proyectos legislativos para la farmacia y la sanidad. Es el caso del Proyecto de Ley por la que se modifican diversas normas para consolidar la equidad, universalidad y cohesión del SNS, el proyecto de Ley por la que se crea la Agencia Estatal de Salud Pública, o el anteproyecto para reformar la Ley de Garantías y Uso Seguro del Medicamento. Pero, por otro lado, con la renovación de 12 gobiernos autonómicos y la constitución de unas nuevas Cortes se abre un nuevo escenario, que coincide con una intensa actividad de la Unión Europea en este sector con iniciativas como el Espacio Europeo de Datos Sanitarios, la revisión de la Legislación Farmacéutica, o la Estrategia Europea contra el Cáncer.
Tras la pandemia y acentuado por la Guerra de Ucrania, se ha puesto de manifiesto la necesidad de que Europa sea independiente en términos de infraestructuras y está apostando por la autonomía estratégica europea. La salud y, por tanto, los medicamentos, son una de ellas. ¿Cómo está trabajando el sector para responder a este enfoque tan disruptivo?
Sin duda, los problemas de suministro e, incluso, desabastecimiento de medicamentos han puesto en la agenda política de toda la Unión Europea una situación que las farmacias ya habían detectado hace tiempo, actuando y proponiendo soluciones. Se está poniendo énfasis en medidas dirigidas a la industria farmacéutica, pero no basta con fabricar el medicamento. Esas medidas deben estar complementadas con otras que garanticen que el medicamento llegué allí donde hace falta -al paciente que lo necesita- con las mayores garantías de seguridad en su dispensación; un objetivo que exige la presencia del farmacéutico durante toda la cadena.
En este sentido debemos valorar el modelo español de farmacia, uno de los mejores del mundo y que es, ante todo, una conquista social de los ciudadanos porque, con independencia del código postal, garantiza el acceso al medicamento en condiciones de igualdad y equidad.
Tú, como profesional que ha ido creciendo en el sector, ¿Qué aptitudes y formación consideras imprescindibles para tener un buen perfil profesional en nuestro sector?
Si el mundo de los Asuntos Públicos siempre es complejo, en el caso de la salud, y especialmente en el ámbito farmacéutico, todo se vuelve más difícil. Es un sector de actividad muy regulado, tanto en lo que se refiere al medicamento, como a la planificación farmacéutica. En mi caso, se combina la formación tanto en Derecho como en Periodismo con la experiencia inicial en una consultora de comunicación, una primera etapa en departamento de comunicación en el Consejo General de Farmacéuticos, más el paso por gabinetes de las tres Administraciones -local, autonómica y central-, antes de volver al Consejo como responsable de Asuntos Públicos.
Creo que las aptitudes van unidas al interés por la actualidad, por conocer el estado de la opinión pública, saber identificar los problemas e inquietudes de la sociedad y los grupos de interés con los que nos relacionamos, y a partir de ahí estudiar y proponer soluciones a los responsables políticos. Hay que elevar el foco y salir de nuestras propias circunstancias. Tenemos que interiorizar -sea el sector que sea- que siendo útiles a la sociedad será más fácil defender nuestros intereses tanto ante las Administraciones como ante la opinión pública.
Durante mucho tiempo, los asuntos públicos se han vinculado con la política, pero hay de revisar ese concepto profundamente y evolucionar hacia un modelo 360º. Hoy los asuntos públicos tienen tanto de político como de social. Nuestro ecosistema de relaciones y grupos de interés tiene que ser tan amplio y complejo como el propio entorno político y social en el que nos desenvolvemos.
En relación con la cuestión anterior, ¿Consideras que la formación recibida en el Programa de Dirección de Asuntos Públicos (PDAP) de NITID ha contribuido a actualizar esos conocimientos y destrezas? ¿Qué tal tu experiencia en el PDAP, qué te ha aportado?
Por supuesto. Precisamente es un programa que va en esa línea de ampliar horizontes, de aprender a hacer incidencia política más allá de los despachos. En un momento en que la pandemia, la integración europea o la inteligencia artificial -entre otros aspectos- aceleran los cambios normativos para adecuarse a una realidad cambiante es absolutamente necesario formarse y saber que existen otras herramientas y habilidades para conseguir nuestros objetivos.
En muchas ocasiones, el día a día de nuestro trabajo nos impide salir y ver qué hacen en otras empresas o instituciones; estar al día de tendencias sociales que, como acabo de decir cada vez determinan más nuestro trabajo; o hacía dónde evolucionan las distintas ideologías políticas. En resumen, la experiencia ha sido absolutamente positiva; tienes la oportunidad de conocer y aprender de los mejores profesionales de los más diversos sectores; además de crear vínculos e intercambiar experiencias con tus compañeros.
Por último, ¿nos recomiendas algún podcast, medio, libro o persona influyente imprescindible para mantenernos al día de lo más novedoso del sector o simplemente para inspirarte?
Para mí una referencia y una inspiración atemporal es Tomás Moro. Utopía es un manual y una guía para entender qué es el interés general. Y lo mismo se puede decir de Tocqueville y su Democracia en América. En la actualidad vivimos un auge de los asuntos públicos que se refleja en todos los ámbitos, incluso en la literatura, el cine o las series, donde hay buenos ejemplos de libros, películas o argumentos centrados en esas relaciones con el poder y donde la novela Gatopardo, publicada por Lampedusa en 1954 y resumida en la célebre frase que “Todo cambie para que nada cambie”, todavía no ha sido superada.
Entre los ensayistas actuales creo que Javier Gomá ha hecho un gran trabajo para enseñarnos a todos a cómo incorporar ese concepto de ejemplaridad a nuestro trabajo diario. En cuanto redes y blogs, reconozco que no soy muy activo; pero indudablemente LinkedIn es una buena manera de saber que hacen tus compañeros de asuntos públicos y aprender de ellos, creo que es una plataforma donde se comparte conocimiento y casos de éxito, aunque cada vez haya que hacer un mayor esfuerzo para encontrar ese contenido.
19 de septiembre de 2023
14 de septiembre de 2023
Entradas relacionadas
19 de septiembre de 2023
NITID, reelegida consultora de Asuntos Públicos nº 1 en España en el PR SCOPE 2023/24
14 de septiembre de 2023