Después de superar con éxito la sesión de investidura, Pedro Sánchez ha anunciado el Consejo de Ministros que conformará su Gobierno.
En NITID hemos elaborado esta Guía del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez (en inglés también está disponible) en la que hemos analizado el perfil y los retos de los 22 ministros de este Gobierno y hemos analizado las 7 claves que caracterizan el nuevo mandato de Pedro Sánchez:
1. Mayoría más débil que nunca
Para lograr su investidura, el PSOE ha tenido que llegar a acuerdos con 7 formaciones políticas (14 contando los partidos que conforman Sumar). Además, los pactos son acuerdos de investidura y no de gobierno, a excepción del alcanzado con Sumar. Así lo han reiterado los apoyos de Sánchez durante las negociaciones y, de forma contundente, en el debate de investidura.
Sánchez deberá sacar adelante su legislatura partido a partido y sudar la camiseta en cada iniciativa legislativa, con la espada de Damocles de que tan sólo 5 escaños separan a los 179 con cuyo “sí” fue reelegido presidente del Gobierno, de la minoría parlamentaria.
Por el contrario, parece que la sintonía que existe con Yolanda Díaz es mayor que con el ala de Unidas Podemos, un factor que evitará la difícil coexistencia de dos gobiernos en uno que ha caracterizado a la anterior legislatura.
2. Otra vez sin mayoría alternativa
Frente a la debilidad del apoyo con el que cuenta el Gobierno, Sánchez vuelve a encontrarse, como en la legislatura anterior, con un Congreso en el que no existe una alianza parlamentaria realista que le pudiera desalojar del poder. Ya que este mecanismo exige la presentación de un candidato de alternativa, PP y VOX necesitarían el apoyo de 5 diputados que sumar a los 171 con los que cuentan y así alcanzar la mayoría necesaria.
3. Un Gobierno continuista de marcado perfil político
En sus propias palabras, Pedro Sánchez ha nombrado “un equipo de alto perfil político para una legislatura de alto perfil político”. El presidente ha optado por perfiles más políticos que técnicos y ha nutrido al Ejecutivo con personas del partido, como ya venía ocurriendo en las sucesivas remodelaciones.
De los veintidós ministros, trece ya formaban parte del Gabinete cuando terminó la anterior legislatura. Seis de ellos han formado parte de todos los consejos de ministros de Sánchez.
La única sorpresa de la composición del nuevo gobierno ha sido la designación de Ana Redondo como ministra de Igualdad, cartera que el PSOE quería recuperar.
4. Bolaños, Montero y Alegría, reforzados
Bolaños, que añade Justicia a las carteras de Presidencia y de Relaciones con las Cortes, es el nuevo superministro, con competencias en los tres poderes del Estado. Sobre él recae la responsabilidad de iniciativas clave como la Ley de amnistía, la renovación del Consejo General del Poder Judicial o acabar con el malestar que los pactos con Junts han provocado en la judicatura. Además, con un Congreso tan dividido, la negociación con los distintos grupos parlamentarios será clave para conseguir los apoyos a las iniciativas de Gobierno.
Montero ha recibido la Vicepresidencia Cuarta como reconocimiento a su protagonismo en la negociación de la investidura. Pilar Alegría gana también peso político y exposición mediática como nueva portavoz del Ejecutivo.
A estos tres nombres hay que unir el de las otras tres vicepresidentas: Yolanda Díaz, Nadia Calviño y Teresa Ribera. No se esperan tampoco cambios relevantes en el núcleo duro de Pedro Sánchez en Moncloa, que dirige Óscar López, director del Gabinete de Presidencia del Gobierno.
5. Yolanda Díaz, líder única a la izquierda del PSOE
Durante su discurso de investidura, Sánchez ha anunciado otras medidas que desvelan las líneas prioritarias del futuro Consejo de Ministros. La investigación se verá reforzada con mayor financiación y la colaboración público-privada en I+D+i también se fomentará. La reducción del déficit público la abordará incrementando la progresividad del IRPF y garantizando un impuesto mínimo efectivo del 15% en el impuesto de Sociedades. También estará entre las prioridades del próximo Gobierno de España la aprobación de una ley de Representación Paritaria y la ampliación del permiso de maternidad y paternidad a 20 semanas.
Podemos se ha quedado sin ningún puesto en el Consejo de Ministros y con tan sólo cinco escaños puede verse condenado a la irrelevancia. No obstante, en esta legislatura cada voto cuenta. En el hipotético caso de que sus cinco diputados votaran en el mismo sentido que VOX y PP, las tres formaciones obtendrían los 176 votos que dan la mayoría absoluta.
6. Oposición en el Senado y las comunidades autónomas
El Gobierno va a tener que convivir con un Congreso en el que el mayor grupo parlamentario es el Grupo Popular, un Senado en el que el PP tiene mayoría absoluta y 11 comunidades autónomas gobernadas por el PP. En la legislatura anterior, el PSOE lideraba nueve gobiernos autonómicos y era socio de gobierno en otras dos comunidades.
Los de Alberto Núñez Feijóo ya han hecho valer su mayoría para reformar el Reglamento de la Cámara Alta con el objeto de dilatar la tramitación de la Ley de amnistía. El líder del PP ha manifestado que hará “oposición férrea” porque el Gobierno nace de un “fraude de ley”, ya que muchas de las iniciativas anunciadas por Sánchez afectan a competencias de las autonomías y su desarrollo posterior correrá a su cargo.
Esta situación afectará a medidas como la gratuidad del transporte público para los jóvenes, la reducción de la lista de espera en la sanidad, las ayudas para la reforma de viviendas, etc.
La financiación autonómica –y en concreto la condonación de la deuda de Cataluña– es el principal motivo de fricción, de momento, entre La Moncloa y las autonomías.
7. Crispación y contestación en la calle
A la crispación política que ha marcado la última legislatura, los pactos para alcanzar la investidura, han añadido una fuerte contestación por parte tanto de distintos colectivos –jueces, fiscales, abogados y otros funcionarios públicos de alto nivel– como de la calle.
Las protestas se repiten desde hace semanas en las sedes del PSOE en toda España y las manifestaciones multitudinarias se suceden un fin de semana tras otro.
Si la situación económica se deteriora, es de esperar que a la contestación de un sector de la población se sumen los reclamos por razones económicas, en un contexto de alta inflación y pérdida de poder adquisitivo, estancamiento económico en Europa y de vuelta a la disciplina fiscal impuesta por Europa