MAS_Mailing26J1. El Partido Popular supera todas las expectativas y sale muy reforzado.

Además de vencer en escaños y en número de votos, el Partido Popular y Mariano Rajoy salen de estas elecciones claramente legitimados para liderar un gobierno para esta nueva legislatura. De todos los líderes políticos, Rajoy es el único que puede realmente considerarse como el vencedor del 26J.

2. Podemos fracasa en su objetivo de dar el sorpasso.

El partido de Pablo Iglesias planteó un objetivo claro en esta campaña: superar al PSOE para ofrecer así el autodenominado “gobierno del cambio” y no lo ha conseguido. Además, su estrategia de unión con Izquierda Unida no sólo no le ha aportado más diputados, sino que ha supuesto un fracaso. Un pésimo resultado para un partido que aspiraba a conseguir el poder.

3. El PSOE consigue mantener la segunda plaza, pero vuelve a obtener los peores resultados de su historia.

El PSOE continua siendo determinante para el futuro de España. Un gobierno estable pasará por el beneplácito del PSOE, bien sea en forma de abstención o de apoyo, pero el liderazgo de Sánchez está hoy más cuestionado que nunca.

4. Ciudadanos sufre una fuga de votos al PP y empeora sus resultados.

El partido de Albert Rivera ha demostrado que su electorado puede ser muy volátil. Al trasvase de votos al PP hay que sumarle la escasa presencia del partido en el conjunto de España, lo que puede explicar que el denominado voto útil juegue en su contra.

5. Las nuevas elecciones no despejan la incertidumbre política.

Los resultados del 26J corroboran una arquitectura política basada en dos bloques claramente diferenciados entre derecha e izquierda, pero con cuatro partidos que oscilan en ese espectro político y que, esta vez sí, deberían posibilitar diferentes combinaciones de gobierno a 2 o a 3. El panorama de unas terceras elecciones, aun siendo posible, no debería resultar probable.

6. La hora de la POLÍTICA y del Parlamento. 

Nadie podía pensar, hace apenas un año, que España afrontara un panorama en el que no se pudiera vislumbrar un gobierno claro tras unas segundas elecciones. La recién nacida XII legislatura está llamada a poner fin a casi un año de desencuentro entre las formaciones políticas que, ahora, tendrán que encontrar un espacio común para dar salida a una situación política caracterizada por la inestabilidad.

7. Las campañas electorales sí importan. 

Si en el pasado se ponía en cuestión la rentabilidad de las campañas electorales, entendidas como el trasvase o captación de unos votos a favor de una corriente política, lo cierto es que cada vez es mayor el porcentaje de ciudadanos que deciden su voto apenas dos semanas antes de los comicios o incluso un 10% lo decide el mismo día de las elecciones, por lo que las campañas juegan un papel esencial a la hora de ofrecer a la ciudadanía una oferta política que coincida con sus intereses y expectativas.

8. Las encuestas fracasan.

Si hay un claro perdedor de esta noche electoral son las encuestas, que pese a ofrecer una fotografía de un momento concreto de la sociedad española, esta vez no han conseguido siquiera aproximarse al resultado final del 26J.