1. Ciudadanos hace historia y se convierte en la primera fuerza política de Cataluña.

Por primera vez en la historia de la democracia, un partido no nacionalista gana las elecciones al Parlamento catalán. Ciudadanos rompe así el relato del independentismo y consigue una titánica victoria moral.  No obstante, a pesar de ser el más votado, no podrá gobernar. La formación naranja ha capitalizado el voto de los no nacionalistas gracias, entre otros motivos, al buen hacer de su candidata Inés Arrimadas. En solo 11 años, Ciudadanos ha pasado de obtener 3 escaños en 2006 a ganar las elecciones, una tendencia al alza que se contagiará sin duda a nivel nacional.

2. El independentismo podrá gobernar, a pesar de que pierde escaños.

El independentismo revalida la mayoría absoluta, pero pierde escaños. En 2015 Junts pel Sí (PdCAT y ERC) y CUP obtuvieron 72 escaños y ahora logran 70, una cifra suficiente para volver a formar gobierno, aunque el proceso de negociación se espera complejo por las diferencias internas.  El constitucionalismo, por su parte, sube en 5 escaños,  que no les permitirán alcanzar el objetivo de formar un gobierno no nacionalista.

3. El enigma Puigdemont.

Carles Puigdemont ha aprovechado su estrategia de prófugo en Bruselas y ha conseguido un buen resultado que le permite mantener vivo su relato. A partir de ahora se abre otra etapa inédita en la historia con un candidato huido en Bruselas y buscado por la Justicia.

4. El PSC fracasa a pesar de subir un escaño.

El PSC liderado por Miquel Iceta solo es capaz de subir un escaño, un resultado pobre teniendo en cuenta las grandes expectativas con las que afrontaba estos comicios.

5. El PP se hunde.

Las previsiones eran malas, pero puede que no tan pésimas como el resultado obtenido.  El  Partido Popular queda como  una formación residual y sin grupo parlamentario, un doloroso escenario que puede tener consecuencias a nivel nacional.

6. Incertidumbre, inestabilidad y confusión.

Cataluña sale todavía más dividida de estas elecciones y, por tanto,  los resultados solo generarán incertidumbre, inestabilidad y confusión no solo para Cataluña sino también para el resto de España.