De El Semanal Digital:
Las comidas «discretas» de Jesús Caldera y sus flamantes «sabios»
Anda bastante atareado estos días un pluriempleado Jesús Caldera. A sus quehaceres como ministro de Trabajo se unen los de coordinar el programa electoral con el que José Luis Rodríguez Zapatero debe pasar la reválida. Y claro, como el PSOE ha echado mano de un comité de 14 expertos internacionales para que guíen los pasos de los socialistas por el buen camino, al que le toca hacer hueco en la agenda para todos es a Caldera.
Precisamente este miércoles le toca comida con uno de ellos, el ensayista y lingüista George Lakoff, que anda de paso por España para participar en un seminario internacional de comunicación política y electoral organizado por Mas Consulting Group. Los socialistas no quieren dar demasiado bombo a este tipo de encuentros, pero Caldera tuvo que confirmar la cita a este periódico -eso sí, «privada» según él- después el propio Lakoff le delatara este martes por la mañana. «Tengo una reunión con él y con otros líderes del partido para tener un debate abierto», señaló el autor del best-seller de moda entre los políticos progresistas del mundo entero, No pienses en un elefante.
Habrá que ver si a Caldera y los suyos les sirven de mucho los consejos de este gurú del Partido Demócrata norteamericano, profesor de Lingüística de la Universidad de California y el que está considerado como mayor experto internacional en lenguaje político. De hecho, él mismo ha reconocido durante su visita a España que es un «novato» y que no conoce bien la situación política en España, pero que espera «aprender» gracias a su affair con el PSOE.
De momento va haciendo méritos. No en vano, en una comparecencia ante la prensa lanzó algún mensaje con el Partido Popular como claro destinatario. Primero, que no se puede usar tanto las palabras «terror, terrorismo y terrorista» e indistintamente para todos los criminales. «George Bush usa esta palabra de manera engañosa, políticamente motivada, y tengo la sensación de que aquí también pasa», señaló. Segundo, que el patriotismo no es sólo cosa de la derecha, sino que «hay otro patriotismo, el patriotismo del bienestar». Frases que perfectamente podrían haber salido de la boca de cualquier dirigente socialista.
De La Gaceta de los Negocios (Jorge Valero)
George Lakoff, el hombre de moda en EEUU, inicia su camino para triunfar también en España.
Seguro que existe alguien que, como yo, siempre ha soñado con ver a Supermán en pijama o a Lancelot sacando brillo a la coraza. Así que uno que siempre tuvo algunos gramos de criptonita sobre la mesilla se acercó para conocer a George Lakoff sin su capa y con los calzones de andar por casa.
Este lingüista norteamericano, más académico que hombre de multitudes, es el nuevo superhombre destinado a tirar todos los complejos de los progresistas a la papelera de reciclaje. Es el nombre de moda entre los demócratas de EEUU. Su libro No pienses en un elefante lo han subrayado articulistas de media Europa y es una de las estrellas con más zancada de los galácticos que el PSOE ha reunido para las elecciones.
Pero lejos de la demostración de músculo intelectual de su libro, Lakoff se pasea más como un sátiro borracho de placeres que como el bárbaro azote de la derecha.
Un Santa Claus de barba arreglada, con tanta sinceridad que puede levantar ampollas entre propios y ajenos. Por eso, La Moncloa vigiló su puesta de largo en la sociedad española durante el VI Seminario de Comunicación Política y Electoral, organizado por Mas Consulting y las Universidades de Comillas y la George Washington.
Daba miedo que el hombre pájaro se pinchara con los puntiagudos rascacielos de la política española. Sobre todo, después de que confesara no conocer los dimes y diretes de nuestro pedregal. Lakoff demostró de dónde vienen sus superpoderes, poniendo voz al libro en el que desactiva todos los trucos del lenguaje (alivio fiscal,…) que han permitido a los republicanos dominar el debate en EEUU.
La troupe de Zapatero reconoce que Lakoff es un golpe de efecto dado por Ferraz, desde donde hoy han empezado a convertirlo en un pícaro o un bandolero, héroes que gustan más en nuestra sobremesa. Pero, ¿no está asustado el héroe de pelear en un planeta lleno de caníbales? Le regalo la criptonita a cambio de su confesión: “No tengo miedo, además ya es hora de quitar el patriotismo de las manos de unos pocos”. Lo que no sabe es que aquí son muchos los que revolotean con las banderas atadas al cuello.