¿Cuáles son las mejores tácticas de defensa de intereses? ¿Cómo basar una buena estrategia de lobby? Bloomberg ha llevado a cabo la segunda edición de su encuesta entre lobistas y ha aislado siete elementos comunes con el objetivo de orientar una mejor y más efectiva acción de lobby:
1.- El legislador responde de forma inesperada a las tácticas grassroot: el objetivo último de cualquier técnica grassroot es cambiar el comportamiento de su perspectiva de influencia. Hay dos elementos que muestran un éxito claro de estas tácticas: lograr declaraciones públicas a favor de tus intereses y más votaciones favorables que en años anteriores. Sin embargo, los lobistas consultados manifestaron que dichos elementos están muy por debajo de otras preferencias por parte de los legisladores: consultar las opiniones a sus asesores y voluntarios. Surge pues una cuestión: ¿no sería más útil buscar formas de motivar a los consejeros para que hagan más declaraciones a tu favor?
2.- Las redes sociales son importantes, pero por ahora sus resultados son limitados: una de las pautas que se observan en la encuesta es que ha aumentado el tiempo dedicado al uso de redes sociales y el correo electrónico en sus relaciones con el legislador. Esto, lógicamente, implica restar tiempo a la comunicación cara a cara y, además, de acuerdo con los encuestados, las redes sociales no implican, por ahora, mejoras en las relaciones con los legisladores.
3.- El tamaño de tu base de datos no predice el éxito: los encuestados dejan claro que no existe una correlación entre el número de entradas en una base de datos y los éxitos en la influencia sobre el legislador. En suma: «No importa cuántos nombres haya en tu base de datos, lo que importa es qué están ‘haciendo’ realmente las personas de esa base de datos».
4.- Probablemente defines mal el éxito: el 54,6% de los encuestados valora como un éxito de su trabajo las actividades logradas, mientras que el 45,4% considera que el éxito radica en cambiar percepciones, comportamientos y, por tanto, influencias. Desde Bloomberg concluyen que no hay nada malo en valorar las actividades como puntos de referencia, pero no deben confundirse con el resultado del trabajo y recomiendan a los lobistas valorar de otra manera las contribuciones de su trabajo.
5.- Hay que enseñar que no hay éxitos naturales en la defensa de intereses: hay una relación directa entre invertir en formación de portavoces y la capacidad de éstos para influir en los legisladores. De hecho, el 81,8% de los encuestados que valoran mucho la preparación de portavoces asegura que la lleva a cabo de forma presencial, por lo que desde Bloomberg concluyen que éste es un pilar fundamental en la labora del buen lobista.
6.- Las tácticas de engagement no varían tanto como crees: en la encuesta, Bloomberg preguntó acerca de las técnicas que utilizan y el porcentaje de respuestas fue el mismo para las tácticas de promoción del compromiso interno como para las reuniones cara a cara con legisladores.
7.- Los rasgos de las organizaciones más admiradas: a los encuestados se les preguntó por las organizaciones que creen más exitosas en la labor de lobby y señalaron AARP (American Asociation of Retired Persons), la Asociación Nacional del Rifle, la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, la Cámara de Comercio Estadounidense y Asociación Médica Américana. Los encuestados señalaron estas organizaciones por su fuerza movilizadora, sus acciones eficaces, sus altos recursos y su alta capacidad de compromiso.