En el marco de un entorno de negocios cada vez más desafiante, las empresas tienen la necesidad de encontrar soluciones y herramientas para generar ventajas competitivas a partir de la recopilación, análisis y transformación de datos en decisiones. En este sentido, la Inteligencia Económica supone un área de trabajo idónea para la consecución de estas necesidades.

Vicente García Pla es profesor de la Escuela de Liderazgo Universitario (ELU) y director de Wheatton Group pero, sobre todo, es un gran conocedor de los beneficios que la introducción de la Inteligencia Económica puede conllevar para cualquier compañía. «El objetivo principal de una Unidad de Inteligencia (UI) es ayudar en la toma de las mejores decisiones», explica.

En un mundo donde el acceso a la información es prácticamente infinito, el factor diferencial de la aplicación que genera una UI radica precisamente en su capacidad para «reducir la incertidumbre de los directivos», lo que les permitirá, explica este experto, centrarse en la explotación al máximo de su capacidad intelectual, expertise profesional y talento para el puesto que ocupan.

Vicente García dibuja un escenario relativamente común para contextualizar las capacidades de aplicación de la Inteligencia Económica: «Una persona con responsabilidad de dirección que debe tomar una decisión tiene ante sí informes, generalmente complejos y extensos, para los que necesitaría dedicar un tiempo del que probablemente no dispone. Recibe información de varias fuentes (marketing, finanzas, legal, internacional…); además, circulan noticias acerca de competidores, algunas de las cuales pueden estar sesgadas o directamente ser falsas. Quizás afronte una situación incierta en un país o zona donde la compañía se plantea invertir y desconoce si es mejor afrontar la situación en solitario o con ‘partners’… Y, para completar el escenario, tiene la presión que supone un error habitual en empresas e instituciones: haber invertido en tecnología y medios para la explotación de ingentes volúmenes de información (Big Data), con la esperanza de que muchos datos con buena tecnología son garantía de mejores decisiones”.

¿Se siente identificado con este escenario? ¿Su organización ha pasado o va a pasar por un momento así? La cuestión entonces es si, como explica este profesor, no ayudaría «que alguien competente, preparado y con los medios adecuados, y entendiendo su necesidad, procese toda esa información, verifique fuentes, contraste información, simplifique los escenarios… y le proporcione un informe breve, directo sólido y con las mayores garantías posibles, que permita que el directivo y sus asesores puedan incrementar sustancialmente su probabilidad de acertar».

La respuesta la da el propio Vicente García: «Si esto le ayudaría, necesita una Unidad de Inteligencia«. Y una vez comprendidos los beneficios de la introducción de una UI, ¿por dónde empezar? Siguiendo los consejos del profesor, «por conocer a fondo en qué consiste, su fundamento y alcance, las buenas prácticas existentes, la aplicación del ámbito internacional, su necesidad para saber convertir la información en mejora de negocio… y todo de la mano de expertos acreditados».

En este sentido, Vicente García remite al Postgrado de Inteligencia Económica (PIES), organizado por MAS Consulting y la Universidad Pontificia Comillas, cuya 8ª edición comienza el 26 de abril. Se trata del programa pionero en España especializado en esta materia dirigido a directivos y profesionales del ámbito de la empresa y cuenta con una amplia red de Alumni.